La Decapitación del Lobo

¡Ya la tenemos aquí! La esperadísima cuarta temporada de Game of Thrones ha llegado con fuerza a nuestras pantallas. Hoy no voy a hablaros del primer capítulo, puesto que muchos de vosotros todavía no lo habéis podido disfrutar, sin contar quiénes esperan verlo con el doblaje español.

Así pues… Hoy quiero recordar una de esas escenas que marcaron un antes y un después en la saga literaria o la serie de HBO.

La decapitación de Ned Stark
Libro: Canción de Hielo y Fuego I: Juego de Tronos
Capítulo 65 – Arya (V)

Si has continuado leyendo la saga o has seguido la serie hasta la actualidad, seguramente ya has superado el trauma que nos conmocionó a todos. Martin no solo se había cargado a uno de los protagonistas, también lo había hecho de la forma más cruel.

Volvamos a la escena vivida a través de Arya, la pequeña Stark…

Las calles intranquilas del Lecho de Pulgas por las que pasea la niña loba ya anuncian algo importante, pero cuando llega a la plaza del Gran Septo de Baelor, abarrotada de gente, y se encuentra a Cersei, Joffrey, el Perro, Ilyn Payne, el maestre Pycelle, Sansa y… a su padre, siendo juzgado por los dioses, Arya siente la poderosa tentación de acariciar a Aguja, su espada, tan fina y ligera como ella.

Eddard Stark se declara culpable para salvar la vida (todos sabemos que miente).

«—Soy Eddard Stark, señor de Invernalia y Mano del Rey. Estoy aquí para confesar mi traición ante los dioses y los hombres. Traicioné la fe de mi rey y la confianza de mi amigo Robert. Juré defender y proteger a sus hijos, pero su sangre estaba todavía caliente cuando conspiré para deponer y asesinar a su hijo, y apoderarme del trono. Que el Septon Supremo, Baelor el Bienamado y los Siete sean testigos de que lo que digo es verdad: Joffrey Baratheon es el heredero legítimo del Trono de Hierro, Señor y Protector de los Siete Reinos, por la gracia de todos los dioses.»

Sansa, contenta porque ha logrado salvar la vida de su padre (con una mentira), desfallece cuando Joffrey dicta la sentencia… Su cruel y terrible sentencia que nadie cree que vaya a ocurrir.

«—Mi madre me pide que permita a Lord Eddard vestir el negro, y Lady Sansa me ha suplicado piedad para su padre. —Miró a Sansa, sonrió y por un momento Arya pensó que los dioses la habían escuchado. Pero Joffrey se volvió hacia la multitud y siguió hablando—. Son mujeres, y sus corazones son blandos. Mientras yo sea vuestro rey, la traición no quedará sin castigo. ¡Ser Ilyn, traedme su cabeza!

Es en este momento donde el caos se hace patente. La gente ensordece la plaza; Varys, la araña, se queda boquiabierto; Cersei no da crédito de lo que ha dicho su hijo; Sansa gimotea y grita histérica; pero Arya…

«…ella siguió corriendo, empujando a unos, esquivando a otros, derribando a todo el que se cruzaba en su camino. Una mano intentó agarrarle la pierna, Arya se defendió lanzando un tajo, pateó espinillas, una mujer cayó y Arya pasó por encima de ella, tirando de espada a diestro y siniestro, pero no servía de nada, de nada, había demasiadas personas: en cuanto conseguía abrirse un hueco, el camino se volvía a cerrar. Alguien la derribó hacia un lado. Todavía alcanzaba a oír los gritos de Sansa.»

Nadie tiene tiempo de actuar ni de hacer nada para impedir la decisión del rey. Todo sucede tan rápido… Y un destello de luz se ve a lo lejos, el silencio invade la plaza, los presentes contienen el aliento y un nudo se forma en la garganta de muchos: personajes, lectores y observadores.

No deja de ser curioso que el libro (y la serie) se inicie con Eddard Stark blandiendo su espada, Hielo, para decapitar a un desertor de la Guardia de la Noche… Y que su destino sea el mismo, decapitado por Ilyn Payne blandiendo a Hielo. Sabemos que Ned era inocente y no merecía morir, mucho menos de esta forma, pero… ¿Lo merecía el desertor? Todos conocemos que Más-allá-del-muro las cosas no son nada normales, y que deambulan seres extraños y peligrosos. El pobre hermano negro se acobardó y huyó tras ver morir a sus compañeros. Una reacción lógica, puesto que su destino iba a ser el mismo y no tenía escapatoria alguna ante los Caminantes Blancos. ¿No hubiera sido mejor dejarle vivir y no perder una espada más en el Muro? Siempre se quejan que les faltan hombres para defenderlo, luego se los cargan por elegir la vida en vez de la muerte segura. Pensadlo y sacad vuestras conclusiones.

Me gustaría destacar el momento en que Ned ve a su hija pequeña subida en la figura de Baelor el Santo, observándole asustada desde lejos. Es entonces cuando Lord Stark se asegura de que la niña sobreviva, dándole un mensaje a Yoren, el hermano de la Guardia de la Noche que vino a Desembarco del Rey para reclutar hombres y llevárselos al Muro. “¡Baelor!” le grita, y rápidamente Yoren gira la cabeza hacia la estatua.

En la serie escuchamos la respiración de Ned, la multitud expectante ya no se distingue, y un silencio estremecedor invade la escena. Levanta la cabeza una última vez, se asegura de que Arya ya no está mirándole desde el lado de Baelor, baja la cabeza y susurra alguna cosa hasta que la pesada espada hace el resto. Gran interpretación de Sean Bean.

Y para terminar, recordad que la semana que viene emiten el 4×02 de Game of Thrones, y en esta ocasión nos vamos de boda. ¿Habrá sangre como en la Boda Roja? Lo que está claro es que la boda entre Joffrey y Margaery no dejará indiferente a nadie.

Brienne of Tarth